Cromo-Cubos: El planteamiento

Cromo-Cubos: El planteamiento

Con la propuesta de los “Cromo-Cubos” busco evidenciar la realidad subjetiva de cada espectador a través de la representación de las variaciones cromáticas, utilizando como herramienta visual la “Síntesis aditiva de color”, en particular la presente en el modelo de color RGB (Red, Green, Blue), que permite proyectar imágenes sin la mezcla directa de los componentes de color, en lugar de la tradicional “Síntesis sustractiva de color” presente en el modelo CMYK (Cyan, Magenta, Yellow, Black/“Key”), utilizada comúnmente en los medios impresos.

En la síntesis sustractiva de color (CMYK) se obtiene la gama de colores deseada mezclando distintos pigmentos directamente sobre el soporte, obteniendo un color “real” que llega directamente a la retina del espectador, sin que se requiera ningún tipo de esfuerzo por parte de este para apreciar la variación cromática presente en la imagen. Por el contrario, mediante la “síntesis aditiva de color” presente en el modelo RGB, el espectador debe interactuar con la pieza y convertirse en participe directo de la creación de la imagen, debido a que los componentes de color no se mezclan físicamente y las variaciones cromáticas son captadas dependiendo del nivel de interacción con la obra.

En este sentido podríamos decir que el espectador es quien realmente termina de crear las variaciones cromáticas de la pieza. Cada sujeto estaría experimentando una imagen distinta dependiendo de factores tan variables como la distancia o el ángulo de observación por lo que se pondría de manifiesto lo subjetivo de su realidad.

El concepto de “Síntesis aditiva de color” fue investigado por el físico escocés James Clerk Maxwell y ha sido utilizado ampliamente y de distintas formas por grandes artistas en todo el mundo, incluido el maestro Carlos Cruz-Diez en su serie “Couleur Additive”, como técnica para la obtención de variaciones cromáticas a partir de la suma de componentes de color.

Cromo-cubos. Variación cromática by Lino.
Pixeles By Mathymaiden – Own work, CC BY-SA 4.0

El píxel como eje central.

El Píxel (acrónimo del inglés picture element), está catalogado como la menor unidad posible de color presente en una imagen digital. De ahí su utilización en mi propuesta, ya que permite representar los planos de color de una imagen a partir de su “partícula” más pequeña, como si de un nuevo universo se tratase.

El modelo de color RGB utiliza el píxel para crear un color compuesto por los tres colores primarios según el sistema de mezcla aditiva. De esta forma, según la cantidad que se use de cada uno de los componentes de color en el píxel, obtendremos la gama cromática que necesitamos para representar una imagen digital en la pantalla.

Cuando un componente tiene valor 0 (apagado), significa que no interviene en la mezcla y por lo tanto si los tres componentes dentro del píxel tienen valor 0, obtenemos el color negro. Cuando un componente tiene valor 255 (encendido) significa que interviene dando el máximo de ese tono y si los tres componentes tienen valor 255 obtenemos el color blanco. El resto de la gama cromática se obtiene a partir de las variaciones de intensidad de cada componente dentro del píxel, y todo esto sin que dichos componentes de color se mezclen directamente.

Cromo-Cubo: el uso del cubo isométrico como píxel.

En mi búsqueda por optimizar el espacio de cada componente de color dentro del píxel, hice algunas pruebas utilizando como contenedores las figuras geométricas básicas (cuadrado, triangulo, circulo, rectángulo, etc.) pero luego recordé una máxima de la geometría: el polígono que permite optimizar mejor el espacio es, sin duda alguna, el Hexágono, que a su vez es uno de los tres polígonos regulares (aparte del cuadrado y el triángulo) que se pueden juntar y repetir a modo de patrón para cubrir totalmente una superficie plana sin dejar ningún espacio vacío.

Ahora bien, podríamos decir que un hexágono es, básicamente, la representación en dos dimensiones (2D) de un Cubo isométrico (3D), compuesto por seis triángulos equiláteros que a su vez forman tres rombos iguales dimensiones. Si designamos un componente de color RGB a cada uno de esos tres polígonos, obtenemos un cubo cromático al que he llamado “Cromo-Cubo”, que permite contener de la manera óptima dichos componentes de color, que pueden ser repetidos a modo de patrón.

Estudio del pixel. by Lino
K = Key (Negro).

La adición del color negro (K) en el modelo RGB

En un soporte físico como el papel es imposible “apagar” o designar “Valor 0” a un componente de color. Podríamos optar simplemente por “eliminar” dicho componente, pero en este caso obtendríamos un plano del mismo color del soporte utilizado (en este caso el blanco del papel). Por tal motivo decidí adoptar el componente “K” (negro) del modelo de color substractivo CMYK y utilizarlo a modo de catalizador para “desactivar” visualmente y a discreción los componentes de color de cada Cromo-cubo y lograr las variaciones cromáticas requeridas en cada pieza.